ORACION DE JABES III

por OLGA M. ESQUIVEL
San Jose, Costa Rica
Categoria: Reflexion
fecha: 27 de Septiembre del 2009


Continuamos con la tercera parte de la poderosa “Oración de Jabes” tomado en gran parte del libro que lleva ese nombre de Bruce Wilkinson

Oh, si en verdad me BENDIJERAS,
(En tu tiempo, como Tu quieras, cuando Tu quieras,donde Tú quieras)…..Y ENSANCHARAS mi territorio:
“Mi voluntad y mis debilidades + la voluntad y el poder SOBRENATURAL de Dios = MI TERRITORIO ENSANCHADO.

y si tu mano ESTUVIERA conmigo y me GUARDARAS del mal para que no me causara dolor! Y DIOS LE CONCEDIO LO QUE PIDIO…….

“Si tu mano estuviera conmigo………..”
Ya pedimos bendición, ensanchamiento de nuestro territorio……… ahora Ud. ha recibido un montón de bendiciones y no sabe que hacer con ellas, camina vacilante por un territorio nuevo y tropieza con dificultades abrumadoras. Es normal que se sienta asustado, impotente ante que hacer con eso nuevo que ha sido entregado en sus manos y para lo cual quizás no esta totalmente preparado….
Puede sentirse fuera de control y débil, todo lo contrario a lo que se supone que un líder sienta.
Pero es ahí, y solo ahí, donde una vez más debemos darle la gloria al UNICO que la gloria merece.
Pues eso significa que Ud. y yo no somos capaces de hacer nada, a menos que EL intervenga. Eso significa que Ud. y yo dependemos totalmente de El para poder avanzar en nuestras vidas y en la toma de nuestras bendiciones.
Eso significa que no es por nuestro brazo, sino por su Espíritu Santo que Ud. y yo podemos realizar lo que llegue a nuestras manos y podamos en lugar de golpear a otros, ser de bendición y cumplir nuestra verdadera misión.
Esta es una verdad contraria a todo lo que humanamente escogeríamos:
• Va contra el sentido común
• Se opone a nuestras experiencias previas
• Parece menospreciar nuestros sentimientos, enseñanzas y preparaciones anteriores y nuestra necesidad de sentirnos seguros.
• Nos prepara para que nos vean como si fuésemos perdedores.

Pero ES el plan de Dios para sus más honrados siervos. Los héroes cinematográficos parecen no tener necesidad de la dependencia, pero a Ud. y a mí, si caminamos en el camino estrecho, se nos hizo para eso. Para depender de nuestro Padre en todo y absolutamente todo lo que realicemos.
Depender de Dios hace héroes de personas comunes como Jabes, Ud. y yo. Estamos obligados a clamar con Jabes esta tercera súplica: “Oh, si tu mano estuviera conmigo….” Con ella liberamos el poder de Dios para cumplir su voluntad y darle a El la gloria por medio de todas las cosas que parecen imposibles.
Debemos enfatizar que Jabes al iniciar su oración no pidió que la mano de Dios estuviera con él. En ese momento no experimentaba tal necesidad. Las cosas
eran todavía manejables. Sus riesgos, y los temores que van con ellos, eran mínimos. Más cuando sus fronteras se ensancharon y las tareas de la agenda de Dios, tan grandes como un reino, empezaron a llegarle, Jabes supo que necesitaba la mano divina, y rápido. Pudo haber regresado o intentar seguir con sus propias fuerzas. Pero, en cambió oró.
Si buscar las bendiciones de Dios es nuestro acto definitivo de adoración y si pedir hacer más para El es nuestra ambición máxima, entonces implorar la mano de Dios sobre nosotros es nuestra elección estratégica para sostener y continuar las grandes cosas que Dios ha comenzado en nuestras vidas.
Ese es el motivo que nos hace llamar la mano de Dios sobre nosotros “el toque de grandeza”. No somos nosotros los que nos convertimos en grandes:
Llegamos a ser dependientes de la mano fuerte de Dios. Nuestra necesidad rendida se torna su oportunidad ilimitada. Y, entonces, El viene a ser grande a través de nosotros.

Pues como dijo el poeta: “qué voy a hacer con un Dios tan grande metido entre mi casa?…” Para el mundo puede Ud. no tener ningún valor, pero para Jesús, como lo hemos visto en reflexiones pasadas: Ud. vale el precio de su sangre………Ud. es la niña de los ojos de Dios………

Como el pequeño que en un parque, donde había tres toboganes: uno pequeño, mediano y grande. Sube los dos primeros y al llegar a la mitad el más grande: grita a su padre: papá ayúdame es demasiado grande para mí!!!
Así es la mano de nuestro Padre Celestial. Ud. le dice:
“Padre, por favor, haz esto en mí porque no puedo hacerlo solo”! Es demasiado grande para mis fuerzas!
Y luego da un paso en fe para hacer y decir cosas que solo podrían venir de la mano del Señor. Y nos da la certeza de que solo Dios y nadie más puso sus palabras en nuestra boca, nos dio el poder para hacer o decir alguna cosa, esto es maravilloso, no podría recomendar un modo de vida mas sorprendente que lo sobrenatural de Dios…
Cuando la mano de Dios está en nuestros asuntos Ud. tiene la total certeza del camino a seguir.
Fue el toque de Dios lo que hizo que hombres sencillos como sus discípulos, salieran a predicar su evangelio..
De hombres sencillos pasaron a ser hombres con un tremendo poder a través del Espíritu Santo.
Cuando pidamos la presencia de Dios, como lo hicieron Jabes y la Iglesia primitiva, veremos también milagros y efectos tremendos que solo se puede explicar porque vienen de la mano del Señor..

Pidamos al Señor que nos llene de su Santo Espíritu y nos dé un toque sobrenatural y que su luz divina nos guíe en todo momento.

“Señor Jesús en esta tarde maravillosa que nos regalas para compartir con nuestros amigos, con nuestros hermanos latinoamericanos, una vez más venimos ante tu presencia para pedirte que te derrames en nuestras vidas y que podamos ver, todo aquello solo perceptible al espíritu. Que podamos sentir tu mano poderosa ayudándonos siempre, sosteniéndonos siempre para cumplir nuestra misión, para edificarnos los unos a los otros olvidando nuestras fronteras , sin olvidar nuestras nacionalidades, buscando lo que nos une, no lo que nos separa, cumpliendo lo que Tu tenias planeado cuando nos sembraste en la viña del mundo para que diéramos fruto. Gracias Jesús por tu amor y tu ayuda, gracias porque cuando no hemos podido seguir TU nos haz cargado y nos permites avanzar, ayúdanos Dios, ayúdanos Señor, amen y amen”

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