Las personas que se mueren... no nos dejan...se QUEDAN!

Nuestro grande y triste error, es el de imaginar que los que la muerte se lleva, nos dejan.
Ellos no nos dejan....... se quedan!

Donde están? En la sombra?
No!!, somos nosotros los que estamos en la sombra;
ellos están al lado nuestro, bajo un velo, más presentes que nunca:
no los vemos, porque la oscuridad nos envuelve.. pero ellos nos ven.

Sus bellos ojos llenos de gloria están sobre los nuestros llenos de lágrimas.
Consuelo inefable, los muertos son invisibles, no ausentes.

He pensado a menudo, que lo que mejor podrá consolar a los que lloran es la fe, en esta presencia real e ininterrumpida de nuestros muertos queridos: es la intuición clara penetrante, que por la muerte ellos no se han ausentado, apagado o alejado de nosotros, sino que viven cerca nuestro, felices transfigurados y sin haber perdido en este cambio glorioso ni una delicadeza de su alma ni una ternura de su corazón, ni una preferencia en su amor.

La muerte para los buenos es la bondad deslumbrante en la Luz, en el poder y en el amor!

Monseñor Bougaud

GRACIAS a Charito Viñas por compartir con nosotros este escrito.

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